Liturgia diaria – 05 de Octubre de 2020
– Deuteronomio 8, 7-18
– Salmo 1
– San Mateo 7, 7-11
«Todo el que pide, recibe; quien busca encuentra y al que llama se le abre»
Leer más...Canillejas (Madrid)
– Deuteronomio 8, 7-18
– Salmo 1
– San Mateo 7, 7-11
«Todo el que pide, recibe; quien busca encuentra y al que llama se le abre»
Leer más...– Ezequiel 28, 1-10
– Deuteronomio 32
– San Mateo 19, 23-30
«Más fácil le es a un camello entrar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos»
Leer más...– Ezequiel 24, 15-24
– Deuteronomio 32
– San Mateo 19, 16-22
«Si quieres ser perfecto, vende tus bienes, así tendrás un tesoro en el cielo»
Leer más...– Nahúm 2, 1. 3; 3, 1-3. 6-7
– Deuteronomio 32
– San Mateo 16, 24-28
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga»
Leer más...– Jeremías 13, 1-11
– Deuteronomio 32
– San Mateo 13, 31-35
«El grano de mostaza se hace un árbol hasta el punto de que los pájaros del cielo anidan en sus ramas»
Leer más...– Deuteronomio 7, 6-11
– Salmo 102
– I Carta de San Juan 4, 7-16
– San Mateo 11, 25-30
«Soy manso y humilde de corazón. Mi yugo es llevadero y mi carga ligera»
Leer más...– Deuteronomio 8, 2-3. 14-16
– Salmo 147
– Corintios I 10, 16-17
– San Juan 6, 51-58
«Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida»
Leer más...– Éxodo 34, 4-6. 8-9
– Deuteronomio 3
– II Corintios 13, 11-13
– San Juan 3, 16-18
«Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por Él»
Leer más...Daniel 3, 14-20. 91-92. 95 Deuteronomio 3 San Juan 8, 31-42 «Si el Hijo os hace libres, sois realmente libres» Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 31-42 En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: – «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la […]
Leer más...Deuteronomio 4, 1. 5-9 Salmo 147 San Mateo 5, 17-19 «Quien cumple y enseñe será grande» Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: – «No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. […]
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